Entrevista José Lugo Moreno, Delegado de Movilidad y Distrito Cerro-Amate
José Lugo Moreno, Delegado de Movilidad y Distrito Cerro-Amate es sevillano de nacimiento y antiguo alumno de Altair, colegio en el que estuvo desde 2º EGB hasta COU, “11 años muy felices que marcaron mi vida para siempre, en el mejor de los sentidos”, asegura.
Posteriormente hizo la carrera de Derecho y comenzó a ejercer como abogado. De siempre le han interesado las cuestiones políticas y sociales, tanto que en el año 2000 entró como asesor en el Grupo Popular del Ayuntamiento de Sevilla. Poco después fue nombrado secretario general del Distrito Cerro-Amate y después presidente. “Algo lógico porque me he criado en esta zona, concretamente en la barriada Ntra. Sra. del Águila”, explica Lugo Moreno.
En 2011, con Juan Ignacio Zoido como alcalde, fue director del Distrito Cerro-Amate y actualmente ha vuelto a la primera línea política, como delegado de Movilidad y Distrito Cerro-Amate, dentro del Partido Popular de José Luis Sanz.
¿Por qué eligieron sus padres Altair para escolarizarle?
Se decidieron principalmente por el tema académico, la preparación intelectual. Veníamos de vivir en Nervión y por diversas circunstancias nos trasladamos al Cerro del Águila, y el prestigio y la formación de Altair les atrajo mucho. Cuando yo entré, en 1975, estaban recién hechos los edificios actuales, algo que también les gustó mucho, además de las amplias instalaciones deportivas. Varios años después se construyó el edificio central, al que llamábamos edificio nuevo.
¿Qué le ha aportado Altair para el desarrollo de su carrera estudiantil y profesional?
Sobre todo una formación humana, religiosa y espiritual que ha marcado mi vida. Mis raíces en la fe se plantaron en Altair. Desde el punto de vista académico, la preocupación constante del colegio en inculcar valores, y en implementar una calidad educativa contrastada, me ha hecho el hombre que hoy en día soy. No creo que hubiera desarrollado la carrera de Derecho o mi actual profesión política de igual forma sin el amor al trabajo, al prójimo o a la cultura que recibí de Altair.
A todo esto me gustaría añadir que también potencié en este centro mi pasión cofrade. De hecho, soy de la Hermandad del Cerro del Águila, y vengo saliendo desde el primer año, desde 1989.
¿Qué profesores de Altair le marcaron más?
Muchos, la verdad. El primero que recuerdo es a D. Tomás, en EGB, además de a D. Rafael Hidalgo como profesor de Dibujo. D. José Miguel y D. Miguel Luque en Educación Física, sin olvidar a D. José Emilio del Pino. O a D. Juan de Dios como tutor en BUP. De esos años ya como adolescente retengo más nombres: Pepe Carmona, que me dio clases en su primer año en el centro, D. Eduardo Gentil, D. Luis Augusto Pascual, D. Fidel Villegas, D. Mariano Hdez. Barahona, D. Aurelio en Latín, D. Ricardo en Matemáticas, D. Vicente Rodríguez… y D. Andrés Quijano, por supuesto. Todos ellos sin olvidar a D. José Antonio Tejada en la conserjería, histórico donde las haya.
¿Qué anécdotas recuerda de sus años como estudiante?
Me vienen a la memoria, y los guardo con mucho cariño, los momentos del comedor, cuando estudiaba EGB. Nos relajábamos después de las clases y nos lo pasábamos genial. También en el recreo, que me llevaba una bicicleta con la que no parábamos… También recuerdo excursiones como las del Castillo de Almodóvar en Córdoba o el viaje en Semana Santa a Torreciudad. Era una época diferente, y tuve la suerte de contar con compañeros muy estudiosos y “formalitos”.
¿Mantiene el contacto con algunos de sus compañeros de Altair?
Sí, nos seguimos viendo, incluso varios de ellos son mis mejores amigos hoy en día. Con buena parte de mi clase nos reunimos una o dos veces al año. Por ejemplo, en 2011, se cumplió nuestro 25 aniversario y nos vimos en Altair. Con algunos como Ricardo Sánchez, actual delegado del gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, nos vemos como antiguos alumnos y como compañeros de partido.
Ahora que lo comenta, ¿le constan más compañeros de promoción en Altair que se hayan dedicado a la política?
Además de Ricardo, recuerdo a Antonio Gallardo y su familia, muy vinculados siempre al PSOE. De hecho, el padre de Antonio, José Gallardo, fue delegado de Seguridad y del Distrito Cerro-Amate. Con la familia Mir también he tenido contacto a nivel político. Es lógico, la formación en valores y responsabilidad social que impulsa Altair conduce a que muchos alumnos puedan acabar en la función pública.
Entrando de lleno en su trabajo, ¿cómo se desarrolla la política en los barrios? ¿Qué objetivos tiene en esta legislatura para el distrito?
La política municipal es muy cercana, más aún si hablamos de los distritos. Estás en primera fila frente al problema directo, sea el corte de una calle, gestión de la limpieza, seguridad, etc. Tenemos un contacto muy cercano y frecuente con las asociaciones de vecinos, o las de índole cultural o deportiva. Desde proyectos muy pequeños a otros de más entidad.
En este distrito contamos con una problemática social muy grave. Hay tres zonas de actuación preferente: Tres Barrios (La Candelaria, Los Pajaritos y Madre de Dios), Su Eminencia- Padre Pío y Palmete. La pandemia y la posterior crisis económica han agravado mucho dicha problemática. Paro, marginación e inseguridad que debemos atajar cuanto antes. Estamos gestionando, fundamentalmente, que se aumente la presencia policial, ya que se han incrementado delitos de todo tipo.
En este sentido, entra mucho en juego la política del día a día, del problema cercano, que quiere implementar José Luis Sanz en toda la ciudad. No vamos a olvidar los eventos o grandes proyectos, por supuesto, pero hemos observado que se han dejado muy abandonados estos años temas como la limpieza, el arbolado, parques y jardines o los colegios. En este mandato queremos atender esta micropolítica.
¿Y cuáles son los proyectos que maneja en Movilidad?
En esta delegación también estamos atendiendo esta política del día a día, de resolver lo más rápido posible los problemas de los vecinos. Por ejemplo, con la regulación del tráfico de avenidas como Carretera de Carmona, con la recuperación del doble sentido, o el entorno de Cruz Roja. Son pequeñas actuaciones que solventan problemas y que permiten seguir con proyectos de más enjundia.
Por otro lado, estamos finalizando la primera fase de la ampliación del tranvía (San Bernardo – Luis Montoto), que acumulaba un retraso excesivo, con el peligro de perder incluso las subvenciones europeas. Esperamos que antes de final de año esté todo terminado, por lo pronto ya hemos podido abrir al tráfico vías fundamentales como la avenida Ramón y Cajal y Diego Martínez Barrio, además de parte de San Fco. Javier.
En este sentido, y tras terminar la segunda fase del tranvía, vamos a trabajar en un proyecto muy interesante, el tranvibús. Será una especie de lanzadera que discurrirá desde Santa Justa a Sevilla Este y Torreblanca, con un carril reservado en las avenidas de Montes Sierra y Alcalde Luis Uruñuela. Hablamos de autobuses eléctricos y con prioridad, que harán el recorrido en 20 minutos de punta a punta. Posteriormente, se incorporará otro tranvibús similar desde Santa Justa a Plaza del Duque, que irá por José Laguillo, Puerta Osorio, Encarnación y Laraña.
Y, por último, seguiremos impulsando con la Junta las nuevas líneas del metro. Lo necesitamos ya, con la magnitud de esta ciudad es un atraso absoluto.
Teniendo en cuenta la situación actual de la sociedad, ¿cree que la educación personalizada de Altair sigue siendo fundamental?
Sin duda, hoy más que nunca. Es un auténtico tesoro que un colegio, que sus profesores, estén pendientes de cada alumno y de su situación familiar como lo lleva a cabo Altair. La influencia de las redes sociales y las nuevas tecnologías en los jóvenes hay que afrontarlas con formación y educación social. Yo pude ver en primera persona cómo Altair me ayudaba y ayudaba a todos mis compañeros, y eso que era una época más sencilla. Por eso, y aunque hoy haya más recursos, la atención personalizada se ha convertido en primordial.
Por último, José, ¿qué consejo le daría a los alumnos que quieran dedicarse en un futuro a la política?
Que abran su mente, que tengan grandes ilusiones. Hay mucho ruido mediático y en las redes respecto a la política, no deben quedarse en la anécdota o el escándalo. Es fundamental tener una visión altruista, buscando siempre mejorar la sociedad en la que vivimos. Desde su propio barrio a su país y el mundo.