Disponer de un huerto y un invernadero es una herramienta educativa idónea para la educación ambiental y de sostenibilidad. Alumnos de diversos cursos de ESO trabajan en Altair en un huerto escolar que han creado hace tres años en un parterre del colegio que no estaba ajardinado y contiene buena tierra vegetal.
Durante este curso los estudiantes han estado removiendo el terreno y han hecho los surcos, plantando patatas, remolacha, pimientos, guisantes, zanahorias y habas.
Con este huerto, aparte de aprender y poner en práctica diversos conocimientos, se pretende concienciar al resto del colegio a respetar la flora, para esto último no se han puesto vallas, y mediante carteles se ha explicado cuál es el fin de tan singular iniciativa.
Además, esta actividad sirve para que estos alumnos aprendan a utilizar las diversas herramientas que son necesarias para la construcción y mantenimiento de un huerto.
Con los alumnos de 1º de ESO, el huerto y el invernadero sirve también para hacer prácticas en las asignaturas de Ciencias Naturales y Biología.
El profesor D. David Llanos explica que este tipo de actividades «sirven para sensibilizar a los alumnos en el tema ambiental, trabajar la perseverancia, la constancia, la capacidad de observación y la capacidad de asombro. Y conocer una disciplina muy interesante como es el cultivo de distintos vegetales».
Finalmente, y para completar todo, alumnos y profesores han fabricado un sistema de captación y aprovechamiento de agua de lluvia, que estos días pasados han logrado recolectar muchísima agua que servirá para regar el huerto y las plantas del colegio.
Altair es un colegio de educación personalizada y bilingüe que busca el pleno desarrollo del alumno en su formación humana y académica Cada estudiante tiene asignado un preceptor, que se encarga de ayudarle en su formación. El preceptor mantiene un trato frecuente con el alumno y, como mínimo, una entrevista trimestral con su familia. Para el curso 2024 – 2025 Altair ofrece 30 plazas concertadas para 1º de ESO.