Mes de mayo

El célebre obispo americano Fulton J. Sheen termina de dar una charla, y se le acerca una chica.

«Vuestra religión católica es insoportable. Uno y otro día repetís las mismas oraciones hasta que terminan por carecer de sentido.

-¿Quién es éste? pregunta el Obispo, señalando a un joven cercano a la muchacha.

-Mi novio.

-¿Te ha dicho que te quiere?

-Sí, ¿y qué?

-¿Qué? Es insoportable oír todos los días lo mismo».

Meses más tarde los novios se casaban ante el Obispo, aquella chica recapacitó sobre la importancia de que para demostrar el amor mientras más veces se diga mejor.

Acabamos de comenzar el mes de Mayo, un mes que en la Iglesia está dedicado a la Virgen, y en el que los católicos procuramos tenerla muy presente y venerarla de modo especial. En este mes  procuraremos honrar a nuestra Madre y tener detalles de cariño con Ella, quizás más que en otras ocasiones. ¿Por qué los católicos veneramos a la Virgen? ¿Qué significa para nosotros la Virgen? El amor de sus hijos a la Virgen se ha manifestado a lo largo de los tiempos en un sin fin de advocaciones, y por eso la piedad cristiana ha llenado el mundo de oraciones a la Virgen y de representaciones artísticas y de ermitas e iglesias en todas las encrucijadas de los caminos. Si hay algo que caracteriza a los católicos es su amor a la Madre de Dios y Madre nuestra. El hogar de los hijos de Dios, que es la Iglesia, necesita una Madre, que es la Virgen. Ella, como buena madre, se prodiga en servicio nuestro: es Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores (¡tantas veces hemos tenido que recurrir a Ella!), Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos…

Hay muchas y muy variadas formas de devoción a la Virgen, te propongo considerar dos: la Romería y el Santo Rosario, aunque ésta última esté incluida en la primera. La Romería es una visita que hacemos a la Virgen en alguno de sus santuarios o ermitas dedicados a alguna advocación suya. Es una costumbre muy bonita, de  ir a visitar a nuestra Madre, con un poco de sacrificio -porque es mejor ir andando desde un buen rato antes- y rezando una parte del Rosario al ir, otra delante de la Virgen, y la tercera, a la vuelta. Haz ya el propósito de hacer en este mes de Mayo, por lo menos, una Romería, para poner a sus pies tus necesidades y preocupaciones: Ella nunca falla. Ojalá se pueda empezar ya con tranquilidad a partir de la semana que viene.

Y luego tenemos la devoción –recomendada por todos los Papas- del Santo Rosario: esa oración en la que contemplamos los misterios –las escenas- de la vida de Jesús y de María que se intercalan cada diez Avemarías. Los misterios del Rosario son un resumen perfecto de la vida de Jesús y de la Santísima Virgen. Se dividen en los misterios de gloria, de gozo, de dolor y de luz. Ante tanta ayuda como necesitamos para sacar adelante a la familia y para acercarla más a Dios, en las batallas de nuestra vida cristiana, no podemos olvidar que “como en otros tiempos, ha de ser hoy el Rosario arma poderosa, para vencer en nuestra lucha interior, y para ayudar a todas las almas” como decía san Josemaría Escrivá de Balaguer. Precisamente el Papa Francisco nos acaba de recomendar, en su carta del pasado 25 de abril, que durante el mes de mayo se rece el Santo Rosario en familia.

D. Rafael Mosteyrín

Noticias relacionadas

Semana Santa: El amor de Dios desde la Cruz

La Semana Santa es un tiempo sagrado para los...

Jesús Beades, antiguo alumno de Altair, se alza con el XI Premio Internacional de Poesía Jovellanos

Como él mismo se definió en la entrevista que...

Éxito de participación en la Semana de las Artes, las Letras y las Ciencias

Durante estos días previos a las vacaciones de Semana...

Entrevista al imaginero Fernando Castejón

El imaginero Fernando Castejón López (Sevilla, 1969) cursó sus...

Charla sobre personas con Síndrome de Down

Charla sobre personas con Síndrome de Down Los alumnos de...