Un grupo de alumnos de 3º ESO ha vivido una experiencia única: hacer el camino de Santiago con sus compañeros de toda la vida. Lo han hecho como Dios manda, andando desde Sarria, un pueblo que está a 114 kilómetros de Santiago de Compostela.
Esta convivencia es ya una tradición en Altair desde hace muchos años. Los alumnos, que van con mucho entusiasmo, descubren en el camino los muchos valores y virtudes del caminante que han ido trabajando durante el curso en el plan de formación. Al final es un símil con la vida, no es lo mismo «que te lo cuenten» a vivirlo.
Todo en este plan es enriquecedor: los kilómetros, el paisaje, el cansancio, los encuentros con otros peregrinos, las ermitas del siglo XIII, la comunicación entre ellos mismos, los encargos de cada comida, la conversación con el chófer y todo lo que da sentido a esta peregrinación milenaria.