El pasado viernes 10 de septiembre se celebró en el colegio la ceremonia de imposición de Becas a los alumnos que terminaron Bachillerato en 2020, acto que se suprimió entonces con motivo del confinamiento.
Esta imposición de becas, presidida por Javier Delgado, director de Altair, contó con mucho menos público que en anteriores ediciones, con el fin de mantener la distancia de seguridad y otras medidas anti Covid´19. Por ello, sólo acudieron los padres de los alumnos y una pequeña representación de los profesores.
En la mesa, junto al director, estuvieron presentes Arturo Sánchez, director técnico de Altair, Pilar García, Presidenta del Ampa y madre de varios alumnos, y Ángel Medina, antiguo alumno de la segunda promoción y ponente en este acto de graduación.
La celebración comenzó con las palabras del director recordando a las personas que están pasando un mal momento y a las personas que han fallecido, especialmente a D. José María Prieto, primer director de Altair.
Posteriormente tomó la palabra Ángel Medina, antiguo alumno de la segunda promoción, licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y especializado en Derecho Concursal. Medina ha desarrollado su profesión en la entidad financiera Cajasol, ocupando diversas responsabilidades hasta ejercer finalmente como asesor jurídico. Es experto en Coaching Educativo y ha dirigido el Proyecto Boxes, para la orientación laboral de jóvenes, en colaboración con la Fundación Mornese y la Asociación de Vecinos Su Eminencia.
Ángel Medina contó que su primera experiencia profesional fue trabajar “de botones en el departamento jurídico de una caja de ahorros, y mi función era hacer recados y archivar papeles”. Luego optó por estudiar unas oposiciones para ascender a administrativo y aprobó. Más tarde, con 30 años, decidió estudiar Derecho, se apuntó al turno de tarde, y cuando acabó la carrera trabajó como abogado en la misma entidad financiera.
“¡De botones a abogado! Si no hubiera oído hablar en Altair de superación y de intentar mejorar en lo profesional, aunque suponga esfuerzo, quizá todavía estaría de botones”, explicó el conferenciante, que agradeció al colegio toda la formación recibida. “Altair nos ha dado mucho, con el apoyo de nuestros padres; y nuestra denominación de origen es Altair, es nuestro sello de calidad, que se va a demostrar en la universidad, en la empresa, en la sociedad…”.
Finalmente, el ponente culminó su intervención con un mensaje a los alumnos: “Calidad es sinónimo de excelencia. De aquí os lleváis la excelencia profesional. Poned en práctica el regalo que habéis recibido de Altair: la excelencia”.
El acto terminó con la intervención de un alumno de la promoción que dijo unas palabras en nombre de todos y pidió un fuerte aplauso por los padres y profesores.