Julia Fernández Herrera lleva a gala que su principal afición, aparte de la música, es estar con sus hijos y su familia. Es madre de familia numerosa (tres niñas y tres niños). Sevillana y diplomada en magisterio de Educación Infantil, lleva unos doce años en Altair y esto da para mucho. Conversamos con ella.
Llevas más de diez años en Altair, ¿han cambiado las cosas durante este tiempo transcurrido?
Sí, sobre todo en las familias, en el tipo de educación que se da en el hogar. Ahora las familias tienden a proteger más a los niños y esta sobreprotección no es del todo buena. La sociedad actual es cada vez más blandita. Se tiende a mimar en exceso a los niños, y están faltos de fortaleza. El esfuerzo hoy en día es algo que brilla por su ausencia, la gente va a lo fácil, a lo cómodo. Estamos también en una sociedad muy individualista.
Si esto es lo que está pasando, el diagnóstico, ¿qué soluciones podemos aplicar?
Hay mucha falta de formación. Los padres quieren hacerlo bien, pero falta dedicación. Cuando las familias eligen Altair, están buscando todas esas herramientas necesarias que les proporcionamos, para tener los medios que les permitan educar bien a sus hijos, educarlos de un modo excelente.
Cuando Altair se funda, no es sólo es para la educación de los niños, que obviamente es básico, sino también para la formación de los padres. Por eso se les hace tanto hincapié que esto es una escuela de familias, se les insiste para que se conciencien de que ellos son los principales educadores de sus hijos. Y a los padres les hacemos ver que en Altair tienen la suerte de que el colegio se vuelca con las familias, que estamos a su disposición para ir de la mano en la formación de sus hijos.
Sabemos que los padres tienen la voluntad y ganas de hacerlo bien, pero necesitan formarse y a través de Altair tienen la oportunidad de lograrlo, de ser mejores en su tarea. Yo he notado en muchas familias el cambio entre el primer hijo y el siguiente. Con el primero estaban un poco perdidos, ahora ya con el segundo y el tercero han aprendido.
En el caso de Altair, yo veo a las familia muy agradecidas con el colegio, porque saben que nos dejamos la vida por ellos. Llegamos a entablar amistad con muchos y mantenemos el contacto. Yo sigo asesorando a madres cuyos hijos están ahora en 4º o 5º de Primaria.
¿Qué les dirías a los padres en esta sociedad de multipantallas?
Le diría que la televisión no educa, sino más bien al contrario. Les diría que prescindieran de ella, porque en ese momento hay un espacio que rellenar y entonces surge la creatividad. El amor es creativo, cuando tú amas quieres lo mejor para las personas que te rodean, con las que convives, y desarrollas tu creatividad para darles respuesta a sus necesidades. Si está la televisión continuamente, ni siquiera tienes tiempo para darte cuenta de las necesidades de las personas que están a tu alrededor. Además, hoy en día los padres están poco tiempo en casa, y con la pantalla encendida no tienen tiempo de comunicarse con los hijos, de ver las carencias, las necesidades, de ver qué les gusta a sus hijos.
En definitiva, si se pierde la comunicación, se pierden los principales vínculos.
Según su experiencia, ¿en qué medida es importante el refuerzo positivo como método educativo?
Bajo mi punto de vista, es la única manera de aprender bien. Los niños tienen que estar motivados, a través de dicha estimulación el niño quiere aprender, quiere ser mejor persona.
Mediante coacción no se está formando bien al alumno. Nosotros tenemos que ayudar a los niños a que tengan una moral autónoma. Se deben portar bien porque descubren qué es lo mejor. Tenemos que mostrarle los caminos del bien y enseñarles lo que está mal, enseñarles las alternativas positivas. Es bueno que adquieran el gusto por hacer las cosas bien por sí mismos, no porque les vean u observen, o porque estés en presencia de la maestra.
Es decir, que ellos quieran escoger el camino del bien. Intentamos educar a los niños para que sean libres y responsables. Buscamos que cuando sean mayores hayan adquirido el gusto por hacer las cosas bien por sí mismos, porque eligen esa opción.
¿Cuál es el factor diferencial de Altair?
Nosotros le damos suma importancia a lo académico, por supuesto, pero lo principal es la persona; llevamos muy a gala la educación personalizada, y nos lo tomamos muy en serio, cada niño que entra en Altair es un alma, formamos a la persona en primer lugar. De Infantil los niños pasan a Primaria leyendo, escribiendo, saben sus primeras palabras de inglés, etc., pero lo que sí tienen todos los alumnos es la base de la persona bien formada: saben mirar los demás, tratar a los demás como quieres que te traten a ti. Este es el sello. A mí no me importa parar la clase y atender a un niño que tiene una necesidad. Les enseñamos a comprender, a empatizar con todos, sean cuales sean sus características personales. Hay que cuidar a los más débiles, a los que tienen unas necesidades especiales. Tener un corazón grande, empatía. Educar la finura del alma.
¿En qué medida son importantes las tutorías?
Son fundamentales. Cada vez que tenemos reuniones o sesiones con los padres les decimos que las tutorías son la base. En las sesiones de Orientación Familiar se forman y aprenden, pero la tutoría es sobre tu hijo y hablas con una persona que lo conoce, y tiene una perspectiva distinta a la tuya. Aporta otra visión diferente y muy enriquecedora. Y a través de las tutorías podemos ayudar mucho a los padres, pues tenemos formación para hacerlo. Si vemos una carencia, planteamos un plan de acción, un plan de mejora, para que el niño vaya corrigiendo los posibles defectos y vaya adquiriendo virtudes. Así conocemos también a las familias y vemos en qué podemos ayudarles en su conjunto. Las tutorías son una al trimestre, pero si es necesario se hace con una frecuencia menor. Tenemos disponibilidad, si fuera necesario.
Altair es un colegio de familias, enfocado a las familias, aquí las atendemos desde que entran por la puerta. Creemos que acogiendo a las familias y haciéndolas partícipes de nuestro ideario, los niños recibirán una educación excelente tanto académica como humana, que les permitirá ser felices en la vida.