Javier Yanes publica el libro “Doce goles”
Javier Yanes Elejalde (Sevilla, 1978) es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Sevilla y desde 2007 trabaja como profesor en Altair, impartiendo clases en ciclos de formación profesional de grado medio y superior.
Este apasionado del deporte y la música, ganó el premio Ángel Herrera a la mejor labor docente (2018) y ahora publica “Doce goles”, su tercer libro –primero en solitario– tras Viva Sevilla y Oleg (Red Love Ediciones, 2015) y Bajo la piel del ídolo (Ediciones en Huida, 2016).
Después de “Viva Sevilla y Oleg” y “Bajo la piel del ídolo”, llega “Doce goles”. ¿Cuál es la idea en este nuevo libro?
“Doce Goles” recoge las historias de doce protagonistas a los que considero un referente social, tanto por su trayectoria profesional como, sobre todo, por los valores que transmiten a nivel personal. Es una colección de seres humanos extraordinarios hablando a corazón abierto del gol más especial de su vida, el que le dejó huella para siempre.
El libro tiene un doble objetivo: por un lado, acabar con la leyenda de que fútbol y cultura están reñidos; y, por otro, poner en valor el carácter universal y como elemento de integración social que tiene el fútbol. En un campo hay 40.000 o 50.000 personas y todas sienten lo mismo por su equipo. Ahí todos somos iguales, no hay discrepancias por ideología, raza, sexo o clase social. La pelota es un arma muy poderosa de unión. En lugar de pelearnos por cosas que nos diferencian, encontramos algo que nos une, el amor por nuestro equipo. Al final, como dice Rayco Sánchez, uno de los protagonistas del libro, “El fútbol es de todos y para todos”, ahí reside su grandeza.
«Tu Casa Azul es un proyecto maravilloso en el que tratan de ayudar a familias que tienen a su hijo con una enfermedad grave y son de fuera de Sevilla»
¿Cómo surge la idea de que este libro tenga un fin solidario a favor de “Tu Casa Azul”?
Yo aprendí de mis padres que la mejor forma de enseñar es a través del ejemplo. La mayor satisfacción que me podría dar “Doce goles” es que, entre mis hijos y mis alumnos con los que trabajo día a día, calara el mensaje de que se debe hacer cosas por los demás.
Por desgracia, hay mucha gente necesitada y nosotros en la medida de nuestras posibilidades tenemos que intentar ayudar. Hacer un libro es un sacrificio importante y supone renunciar a ocio, horas de sueño, desgaste a nivel físico y mental… pero si todo el mundo hacemos un poquito, lograremos mucho. El reto “Tu Casa Azul” me encanta, porque como padre soy sensible a estos temas de familia y niños. Es un proyecto maravilloso en el que tratan de ayudar a familias que tienen a su hijo con una enfermedad grave y son de fuera de Sevilla. Buscan para estas familias construir un hogar, fuera del hogar. Que se puedan sentir como en casa y que se puedan dedicar 24 horas atendiendo a su pequeño que está hospitalizado.
«Altair te deja huella. La clave está en el trato humano que se da a la persona con la educación personalizada…»
Altair tiene como objetivo la excelencia educativa. Desde tu punto de vista, ¿cómo se consigue esto?
Con el ejemplo. Yo llegué a Altair y para mí fue un regalo. Sirvió para descubrir mi vocación a la docencia. En este colegio, todo el mundo, desde el conserje al último de los profesores, muestra una preocupación por la persona y te lo demuestran con el ejemplo. Y esta forma de enseñanza es la que yo también he visto en mi casa.
No podemos perder de vista que trabajamos con personas, y esa visión de ayudar a los demás, de preocuparte, de cercanía, es lo que da Altair, que lleva más de 50 años haciendo una labor en el barrio impresionante. Yo no he sido alumno de Altair, pero siempre me ha llamado la atención que amigos que yo tenía que eran alumnos, siempre hablaban de Altair como si fuera su casa y tienen sentimiento de pertenencia a su colegio. Y da igual que el alumno sea del barrio o de fuera, Altair te deja huella. La clave está en el trato humano que se da a la persona con la educación personalizada que llevamos tan a gala, y que intentamos enseñar con el ejemplo los propios profesores.
Eres sevillista confeso, ¿cuál es la clave del éxito de estos dieciocho años del Sevilla FC? ¿Y cuál es la pócima mágica que consigue que un equipo que coquetea con el descenso en marzo, ahora en mayo, esté a mitad de la tabla e incluso tiene opciones de ganar una UEFA y tener plaza en la Champions?
El éxito nunca depende de un solo factor, pero si hubiera que destacar una clave para mí es Monchi. Lo que me maravilla del Sevilla FC es que es capaz de sacar el máximo rendimiento de los futbolistas. Hay muchos casos de jugadores que estaban perdidos, llegan aquí y rinden mucho y luego se van y no rinden igual. Es capaz de crear un hábitat, un entorno, muy favorable para que el jugador rinda al máximo. Monchi está siempre muy preocupado para que el futbolista se sienta como en su casa y al final el Sevilla FC es un club que muestra mucha cercanía con los profesionales. Algunos no terminan de cuajar, pero en la mayoría de los casos se ha conseguido inculcar el ADN del club, la filosofía del nunca se rinde y de pertenecer a una familia en la que todo el mundo debe dar lo mejor.
En Altair pasa un poco igual, se busca crear un escenario para que la persona dé lo mejor de sí. Se busca que el alumno saque lo que ni él mismo sabe que tiene dentro, y para ello hay que crear un entorno muy favorable de confianza total, a unos hay que exigirles mucho, a otros dejarlos un poco más libres… El Sevilla es así, se preocupan más por la persona que por el futbolista. Está claro que el jugador que está en la élite tiene calidad, pero la clave es crearle el contexto para que saque todo de lo mejor de sí. Este año ha habido grandes equivocaciones en la planificación, pero luego se ha tenido la humildad necesaria para corregirlas. En el mercado de invierno han salido 3 ó 4 jugadores que habían sido fichados este mismo año y han venido Ocampos, Brian Gil, Badé… Además, se cambió a un entrenador muy mediático como Sampaoli por un tipo superllano y de perfil bajo como es Mendilíbar y la decisión no ha podido ser más productiva.
¿Qué le pasa al Betis en los derbis, que no gana casi nunca?
No tengo ni idea, pero espero que le siga pasando [risas]. Es curioso. Tengo muchos amigos béticos y me lo dicen, cuando estáis bien nos ganáis, cuando estáis regular nos ganáis y cuando nosotros estamos mucho mejor, empatamos. No es normal. Es cierto que en estos dieciocho años, el Sevilla FC ha tenido buenos equipos, pero este año los derbis se han saldado con dos empates y es un muy buen Betis y un Sevilla malo. Incluso el partido de ida, que llegaba el Sevilla FC totalmente KO, se queda con uno menos, va perdiendo por uno a cero y de repente el Betis se pega un tiro en el pie, le expulsan a dos futbolistas, y al final acaba pidiendo la hora para salvar un punto. Este último partido, con mucho desgaste, futbolistas suplentes… era un día para hacer sangre, pero el Betis sale contemplativo. Es raro. Pellegrini, que está haciendo un trabajo espectacular, no ha logrado ganar en liga, sólo aquel de la Copa. Son ya demasiados años de no conseguir superar ese partido. Le gana al Madrid, le gana al Barcelona, pero no logra ganarle al Sevilla. El Betis parece que llega a los derbis atenazado, no sé si es la responsabilidad, pero parece como si el derbi le superara.
¿Qué esperas de la final de la UEFA entre el Sevilla y la Roma?
En este tipo de partidos experimento como una montaña rusa. A veces pienso que ganamos y otras que se pierde. Pero bueno, la situación actual da pie a ser optimista, el equipo va de menos a más, es su competición, etc. Pero enfrente tiene un equipo italiano y a Mourinho. Es cierto que el Sevilla ha ganado las seis finales que ha jugado, pero Mourinho ha ganado también las cinco finales que ha jugado y no siempre con equipos superiores. Ganó una UEFA y una Champions con el Oporto. Hay una estadística curiosa, en los últimos dieciséis años Italia sólo ha ganado dos títulos europeos y los dos han sido con Mourinho. Se enfrenta el aura que tiene el Sevilla con la UEFA contra la imbatibilidad de Mourinho en las finales. Va a ser un partido muy disputado. Por naturaleza soy optimista y espero que gane el Sevilla FC. Y si al final se va a los penaltis, contamos con el factor Bono, que para mí es el mejor portero del mundo parando penaltis.