Antonio Díaz, alumno de 20 años que cursa 2º de TSEAS (Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva), ha diseñado un rocódromo para el colegio y hace pocas semanas se ha construido en una de las paredes del edificio de Secundaria.
Al final del 1º curso del Ciclo Superior de Deporte (TESEAS), los alumnos ponen en valor lo que van aprendiendo mediante la realización de un proyecto. Cuando Antonio terminó el año pasado, y como le gustan las actividades deportivas al aire libre, realizó su trabajo de fin de curso en la proyección de este rocódromo y se ha podido aplicar en el colegio para disfrute de todos los alumnos.
El éxito de este rocódromo ha motivado que se haya propuesto hacer otra vía, es decir, ampliarlo, y siempre para escalada en boulder, que es un tipo de escalada más horizontal y con poco riesgo.
La zona donde se ha construido era un espacio muerto, ya que es la pared de un edificio. Esta gran idea ha permitido que Altair cuente con otra instalación deportiva donde muchos alumnos puedan practicar este deporte que potencia la elasticidad, coordinación, creatividad y resistencia.