«Altair acoge a sus alumnos, pero también acoge y lo hace con cariño, a sus familias»
El viernes 12 de abril se celebró en el salón de actos de Altair la ceremonia de Imposición de Becas a los alumnos de 2º de Bachillerato que pertenecen a la Promoción 2012-2024. La ponencia de este acto de graduación corrió a cargo de Román Calvo Jambrina, antiguo alumno de Altair y jefe de Sección de Cardiología del Hospital Virgen Macarena.
El acto fue presidido por Javier Delgado, director de Altair, y a esta entrega de becas asistieron todos los profesores del claustro y gran número de familiares y amigos de los alumnos de 2º de Bachillerato.
Román Calvo comenzó su intervención afirmando que “miro hacia atrás y me vienen grandes recuerdos de cuando estaba como vosotros, a punto de terminar… Hace ya 37 años que terminé mi formación en el colegio, pero aún me considero alumno Altair, porque esto es algo que siempre llevaréis en vosotros, siempre seréis alumnos de Altair”.
El conferenciante felicitó a todos y explicó que “vuestras familias os trajeron llenos de ilusión y con la confianza de que, dejándoos en Altair, se quedaban tranquilos en cuanto a la formación académica y también, lo más importante, como complemento a la formación humana que recibíais en vuestra propia casa. Estoy seguro de que ellos hoy se sienten orgullosos de vosotros, satisfechos del colegio que escogieron y felices por haber llegado a este final que no es más que el principio de otra gran etapa. Altair acoge a sus alumnos, pero también acoge y lo hace con cariño a sus familias. Yo lo he sentido en la mía propia. Yo nací en Zamora y aparecimos por este barrio en el año 1975, en esos momentos Altair era mucho más pequeño que ahora, probablemente con menos instalaciones, pero ya era igual de grande o más si cabe, de ilusión, de alegría, de confianza en el proyecto formativo, en la realidad, que hoy es. El colegio, Altair acogió a mi familia como ha hecho con todas y cada una de las vuestras con la alegría y la ilusión de coparticipar en la que es vuestra formación”.
«Me siento orgulloso de ser la primera promoción que estuvo toda la etapa formativa desde primero, que antes llamábamos de EGB, hasta el último año de Bachillerato. De esa etapa guardo inmejorables recuerdos, y sin duda guardo un montón de aprendizajes y valores que han marcado la que luego ha sido mi vida personal, profesional, en mi trabajo como médico y, por supuesto, en mi vida familiar»-
Román Calvo agradeció a Altair «por los valores que se inculcan en el colegio, valores que como la lluvia fina calan y calaron en cada uno de vosotros, en cada uno de nosotros y se quedan, impregnando nuestra forma de ser y nuestra forma de afrontar la vida. Os puedo asegurar que en mi vida profesional como médico y familiar estos valores surgen, están presentes y ayudan mucho para afrontar adversidades, que sin dudas las habrá. Valores que, aunque ahora no sintáis que están, ya os aseguro desde mi edad y experiencia, que están. Son valores como:
- El esfuerzo, el espíritu de superación, no por el orgullo y la soberbia de ser más que otros, sino con el ánimo de mejorar cada día, siendo autocríticos con lo que no hemos hecho bien para conseguir mejorar.
- El compañerismo, viendo lo positivo en los amigos y las personas que nos rodean.
- La generosidad con las personas de nuestro alrededor, en lo material y también en lo no material, respetando y aceptando las diferencias con los que nos rodean.
- El trabajo bien hecho y la integridad personal como medio para servir y ser útil a la sociedad, a nuestros semejantes. Cuantas veces habréis escuchado esto, hay que hacer las cosas bien, las grandes y las pequeñas, es la forma de crecer en lo personal y en lo espiritual.
Dar gracias a la familia, a los amigos y compañeros, al personal docente y al centro. Y, como no, dar gracias a Dios, centro del colegio y de nuestras vidas, por haberlo hecho posible, por haberos puesto en esa familia, haberos puesto cerca de esos amigos, esos profesores y haber hecho posible formar parte de esta que ya es vuestra familia, la que formamos todos los alumnos que hemos pasado por el colegio, la familia de Altair.
Ahora comenzáis una nueva etapa. Afrontarla con ilusión y alegría. Sabed que para conseguir esos proyectos no estáis solos, seguís teniendo esos soportes que aquí hemos hablado, la familia, los amigos, los valores inculcados en vuestra formación en el colegio, pero además en ese futuro habrá más amigos, más compañeros, algunos tendréis la suerte, como la tuve yo, de en esa nueva etapa conocer aquella persona con quien querrás formar una nueva familia y todo eso unido a vuestra ilusión y a vuestras capacidades y vuestro esfuerzo, estoy seguro darán una mezcla que sin duda será exitosa.
En definitiva, felicidades por esta etapa que acaba y por la que comienza, ser agradecidos, dar gracias a todos aquellos que lo han hecho posible, y tened ilusión para en el futuro conseguir las metas que os propongáis. Y un último consejo: no olvidéis al colegio Altair que siempre está abierto para todos los que hemos pasado por sus aulas».